Se tenia que reconocer, la kunoichi tenia agallas. El criminal, se había dado cuenta que había dado, al fin, con alguien de su potencial, la Raikage. En aquel instante, solo pudo ver la kunoichi saco 3 kunais y con estos empezó a hacer sellos para que 6 replicas suyas salieran a su lado, en las manos se formaron varios cortes superficiales ya que la hacer el sellado la chica tenia los kunais en la mano. No lo podia creer, aquello era el paraíso, 7 chicas esbeltas como una diosa para mi solito, se me caía la baba.
No titubeo al producir interferencias en su chackra a la par que murmuraba la palabra mágica- Perfecto...- El chacra, a mi alrededor, se podía ver con toda claridad; las chicas ya me habían rodeado - Mira esos cuerpos - puse la lengua de una forma rara, haciendo que mi "persing" quedara en medio, y silbe - Son perfectos - Dije sin temor alguno a las palabras de la chica, mi lado pervertido estaba saliendo, parecía que mi conducta en el combate con esta chica cambio radicalmente, ya no era el chico serio como de costumbre solía ser en una batalla, ahora era un pervertido con ansia de carne.
- Chicas podéis venir, yo os enseñare a jugar al "teto" - Dije entre risillas que podían poner de los nervios hasta al mas pacifico y tranquilo del mundo, asín no era yo.