A lo lejos, en el camino, se divisaba una figura extraña la cual iba corriendo a gran velocidad, los chunnin de la entrada no descifraban que era pero se preparaban para lo peor. No habian visto salir a nadie en todo el dia, las gigantezcas puertas de la aldea se habian mantenido abiertas para todos, pero Matt no se habia molestado en usarlas.
Como si fuese un rayo de color negro, Matt se freno frente a la cara de uno de los chunnin y lo saludo, hizo lo mismo con los demas.
-Señor Namikaze, cuando salio usted de la aldea?-Pregunto uno de los chunnin, casualmente uno con un pañuelo en la cabeza y una mirada algo cansada.
-Sali hace unas horas, fui a buscar un kunai que se me perdio y depaso estube entrenando. No me vieron porque no me hizo falta puerta, ustedes entenderan jaja-Dijo Matt con una voz algo agitada por la perdida de chakra, pero mantenia su postura amable y de felicidad. Con una sonrisa, se despidio de los chunnin y emprendio camino hacia dentro de la aldea, mientras disfrutaba del hermoso paisaje que su aldea siempre le daba, esas construcciones tan majestuosas siempre lo hacian pensar en como habria sido la aldea en sus principios.